Tom Dumoulin no le teme a ninguno de sus rivales
En la conferencia de prensa que brindó a los medios este lunes de
reposo en el Giro de Italia, el portador de la camiseta rosada de líder-
que además colocó en la mesa donde se ubicó para el diálogo-, se mostró
confiado para afrontar la semana final de la prueba, refiriéndose
especialmente al “Tappone” o etapa reina que se correrá este martes.
Dumoulin recordó que en el 2015 estuvo antes de la Vuelta a España
por espacio de dos semanas, entrenando en medio de los colosos italianos
que deberá superar en la etapa reina del Giro (Mortirolo y Stelvio),
convirtiéndose en el hombre sorpresa de la carrera ibérica, al
apoderarse de la camiseta roja y saliendo derrotado en la penúltima
etapa ante el ataque masivo de los equipos Astana De Fabio Aru y
Movistar de Nairo Quintana. El joven holandés de 24 años demostró que
tenía un gran futuro como corredor de pruebas por etapas y entró en ese
momento en el proceso de perfeccionar sus debilidades y mantener sus
virtudes.
En sus declaraciones, Dumoulin confesó que “conozco muy bien la etapa
del martes pero no las otras de la semana” y en forma sonriente definió
la etapa como “Muy difícil o también muy, muy, muy difícil. Mis rivales
seguramente van a atacar y puede ser un día de mucho sufrimiento”.
Frente a la posibilidad de perder tiempo en esta o en otra jornada,
el líder del Giro reconoció que “si tengo un mal día y pierdo algo así
como 2 o 3 minutos, pues entonces todos los aspirantes al título o al
podio se vuelven muy peligrosos”
En torno a los nombres de sus poderosos rivales, Dumoulin expresó
que. "Es imposible decir ahora quién es el más peligroso, pero Quintana
es el que se encuentra más cerca y siempre ha demostrado ser el mejor
escalador, así que creo que es el principal rival" pero igualmente dejó
claro que “en realidad no temo a ninguno”.
Y frente a lo sucedido en la Vuelta España 2015 y el Giro del año
pasado (donde fue líder 6 días) reconoce que “La incógnita persiste pero
vamos a despejarla. Para ello trazamos un plan metódico de preparación
que incluyó menos carreras antes del Giro a fin de llegar lo más fresco
posible aunque entrenamos mucho para mejorar mis habilidades como
escalador".
Cuando se le preguntó si creía ser comparable con Miguel Induráin y
entrar en la categoría de los “monstruos” del ciclismo tajantemente
respondió: Yo soy Tom Dumoulin, no Miguel Indurarin. No creo pertenecer
a esa clase de ciclistas y vamos a esperar que las cosas pasen para ver
hasta donde llegamos”.
Frente a la presencia de otros corredores de su país como Bauke
Mollema o Steven Kruijswijk entre los protagonistas, Tom se limitó a
decir que “eso es bueno porque aumenta el número de periodistas
holandeses en la sala de prensa que esperan que un holandés vuelva a
ganar una carrera de tres etapas después de Joop Zoetemelk quien ganó el
Tour en 1980”.
Y finalmente, frente a la presión que eso significaba para él,
Dumoulin respondió más bien sonriente que “en realidad no me interesa
cuántos años lleva mi país esperando otra gran victoria. Yo corro porque
me gusta y lo hago para mi equipo y para mí y no veo porque tenga que
sentirme presionado por ese tema”.
Así las cosas, todo está dispuesto para que este hombre de 26 años de
edad y quien quiso ser médico en algún momento, salga este martes no
solo a defender su liderato sino igualmente a ratificar su progresión y
futuro en los 222 kilómetros desde Rovetta a Bormio, de los cuales 65
kmts serán subiendo, repartidos en los tres colosos montañosos a
superar, frente a sus poderosos “ enemigos” quienes intentarán de una
vez por todas terminar con el dominio hasta ahora impuesto por el
gigante holandés.
Fuente:www.revistamundociclistico.com